La Bambina Impertinente

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jueves, 10 de abril de 2008

Baricco no parece ni esperar ni recordar


No sabría definir mi relación con la obra de Alessandro Baricco, su obra, en general, me parece bastante irregular, pero aún así creo que es interesante y que se maneja mejor en la novela breve que en la extensa. Se trata de un escritor con afán de notoriedad, un periodista megalómano que parece haberse propuesto emular a Da Vinci, no llega al paroxismo del escritor-personaje como su colega de profesión Carlo Lucarelli, pero le anda a la saga. Y que no se malinterprete esto de la megalomanía... porque lo cierto es que no dejo de sentir cierta admiración hacia alguien con tanta capacidad de trabajo y de aprendizaje. El pasado viernes leía una entrevista que concecía a El Pais con motivo de un recital de poesías de la mano de Leonor Watling y su grupo, Marlango, en el Lope de Vega de Sevilla. Acaba de dirigir su primera película "Lezione 21" y justo cuando parece que se tomaría algún tiempo antes de mostrarnos su última habilidad adquirida, decide cantar junto a la Watling poemas de Fenoglio, Osvaldo Soriano y suyos propios.

A raíz de ello recordé el último libro que leí de él, que creo que es también el último publicado. "Esta Historia", no es otra que la de Último Parri, un hombre que desde muy niño albergaba un sueño y que agotará su vida en ello. Su padre, hijo de ganaderos, quiere escapar de esa vida abocada al trabajo costante, al sacrificio diario a cambio de la subsistencia. Estamos a principios de siglos, el automóvil empieza a hacer su tímida incursión por los caminos de tierra y a Libero Parri, no se le ocurre otra que convertir la granja en un taller de automóviles, que aunque no tiene ni idea de mecánica, con un libro y la ayuda del despierto Último, se irá defendiendo. Bueno, según se interprete, porque en una pequeña región del norte de Italia en torno a 1911 si hay algo que no abunda son los automóviles, objeto de lujo e incluso de excentricidad.

El destino de padre e hijo se altera con la llegada accidental del conde d'Ambrosio, al que le resulta simpática la aventura de estos aldeanos y que en cierta medida asimila como protegidos .... A partir de ahí la historia se retuerce y se llena de bifurcaciones... el accidente de Libero y el conde en una carrera de automóviles, siempre enturbiado por la duda, la obsesión de Último por construir un circuito, el comienzo de la 1ª Guerra Mundial donde Último participa luchando contra los austriacos en la actual Kobarid, su posterior emigración a EEUU en busca del capital que subvencionara su sueño, su historia de amor con Elizaveta, una extraña joven rusa....

Salvo la parte que describe pormenorizadamente la batalla de Caporetto (cosa que, por cierto, ya hiciera Hemingway en "Adios a las Armas"), el resto de la obra tiene un buen ritmo, ameno, con disgresiones e historias paralelas, alteraciones del orden cronológico y cambios en el estilo del lenguaje, dependiendo de quién o qué se narra. Baricco es concienzudo en los aspectos históricos, lo prueba la ouverture, donde narra la mítica carrera que tiene lugar entre París y Madris el 31 de mayo de 1903 (que no llegó a Madrid, ya que fue anulada tras una sucesión de trágicos accidentes), o en la batalla de Caporetto, que si bien es importante para sucesos futuros dentro de la trama de la novela, se excede en describir las batallas llegando a sumir al lector en un sopor con olorcillo a pólvora.

Destacaría la historia de Elizaveta, por su frescura en estilo y narración, por original y perversa ... precisamente a partir de aquí la narración se agiliza y se vuelve adictiva, el final sorprende y uno queda contento con la lectura en general....Hay una obsesión en Último que define su naturaleza y su trayectoria, que sólo Elizaveta consigue ver y que con el tiempo se aplicará a sí misma:"La gente vive años y años, pero sólo una pequeña parte de esos años vive de verdad y es cuando consigue hacer aquello para lo que nació. Entonces es feliz, el resto del tiempo se pasa esperando o recordando"... si analizara la expresión más profundamente supongo que ahora estaría elucubrando sobre el destino y las vueltas en círculo que a veces parece dar la vida... ya sabeis ¿existe la casualidad? ¿Las cosas empiezan y acaban en el mismo punto? cuando queremos alejarnos de algo, huir, ¿estamos realmente dando un giro de 360º a nuestro pesar?.... pero eso lo dejo en manos de cada lector, me gusta sacar mis propias conclusiones, e imagino que no soy la única.

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