Con orgullo, ilegales

Las chirigotas callejeras o ilegales son la verdadera alma del carnaval gaditano. Aunque muchos conocen este fenómeno a través del concurso de agrupaciones del Falla (o COAC), lo cierto es que eso no es más que una versión adulterada de la naturaleza de esta fiesta.

No me entendáis mal, no se trata de menospreciar a todos aquellos que se preparan durante meses para arañar un estatus durante y después del concurso, sino que el hecho de que desde hace años se retransmita por la tele y que sea a través de un canal estatal los ha obligado a ajustarse a unas reglas bastante estrictas, así como a unas características muy concretas (los premios rara vez han sido beneficiosos para la libertad de expresión, y sin son económicos, ni hablamos).

El Carnaval, como sabréis es la fiesta de la carne. La cuaresma que comienza el miércoles de ceniza provoca en las personas una última oportunidad de pecar antes de comenzar el camino de la redención, al igual que una despedida de soltero festeja esa soltería antes del solemne compromiso. Cosas del cristianismo, haz lo que quieras siempre y cuando luego te arrepientas.
Pero en Cádiz se va más allá. Y el carnaval se convierte en la única semana donde todo está permitido, la irreverencia, la crítica encarnizada, las verdades incómodas e impertinentes, lo grotesco y soez …. Es como ese bufón castigado en las mazmorras por su aspecto hiriente, estética y políticamente incorrecto que tan sólo dejan subir a la superficie una vez al año y que bajo el manto del entretenimiento lleva a cabo su venganza personal.

Hoy en día tan sólo se trata de un ejercicio de desahogo y libertad democrática, pero durante mucho tiempo fueron efectivamente ilegales, perseguidas y censuradas. Desde el domingo de coros y hasta el siguiente domingo, las calles se llenan de agrupaciones más o menos acertadas que a través de sus letras repasan, no sólo la realidad política y social, sino también la condición humana. Las más populares y seguidas sean posiblemente las chirigotas, pero existen otros formatos, como el cuarteto o el romancero (el coro y la comparsa tienen otro origen y otra finalidad). El romancero tiene su origen en ese personaje tullido acompañado de un cartelón que viajaba de pueblo en pueblo manteniendo viva la tradición oral, mientras que el cuarteto recuerda más al sainete popular (es una especie de representación de entre 3 y 5 personas que hacen una parodia de la realidad).

Os podría hablar de la estructura habitual de una chirigota, pero lo cierto es que cada año se observa más una evolución hacia formas más libres y menos encorsetadas. Algunas agrupaciones tienen ya un estilo muy personal que no solo no se ajusta al tradicional, sino que están creando escuela. Es el caso de los "Fantasmas", la chirigota del "matito", "los Salíos" o la de las "niñas". Yo misma he salido en chirigota durante 7 años, y nada es comparable a la calle (y sé lo que me digo).La mayoría son agrupaciones que salen a la calle desde hace diez o veinte años (según los casos), y que la gente espera y busca.

Bueno, mejor os dejo algunos cuplés y ya me contáis:

"Se ha separado de pronto, Elena y Marichalar,
Y es que a lo tonto a lo tonto, la cosa se veía llegar.
Unos dicen que Jaime no dio a torcer su brazo,
Yo creo que no es verdad porque es muy de extrañar…
Que fuera Jaime el que diera el paso.
Desde un principio estaba claro el fracaso,
Y yo creo que Elena lo decidió con retraso.
La infanta le dijo a Jaime,
Me da igual to ya, nada me importa.
Con ese aire que tú te das, que te aguante otra tonta.

(Ejemplo de irreverencia de "Il Divo" cuarteti carbonara)

La crisis de los cincuenta de Sarkozy
¡Ay! Quien la tuviera
Pegándose sus viajes aquí y allí
Con la treintañera.
¡Qué prisas! Si tú te acabas de divorciar
Es pa darte un cate
pa que te mete en familia en tan poco tiempo y me coge
Al niño en borricate
Se ha vuelto a demostrar, es la erótica del que es
Gobernante
Que ha logrado atrapar a la guapa modelo y cantante.
Aquí somos más chungos, me he enterado por bajini
Que Mariano Rajoy lo está intentando con Mari Trini.

("Capilla musical carnavalesca y triste", Silencio, hacerme el fagot).

Ya os seguiré contando, que aún queda mucho carnaval. Ciao, espero haberos ilustrados sobre el carnaval gaditado, tan conocido como ignorado (clan, clan, anda que no es malo el pareado).