La Bambina Impertinente

La Bambina Impertinente

jueves, 20 de marzo de 2008

Claus y Lucas, de Agota Kristof

Lo leí hace algo más de un mes, pero lo recuerdo con total claridad, es realmente impactante. Este libro engloba tres relatos que en su día se publicaron por separado. Claus y Lucas son dos hermanos gemelos, o quien sabe, puede que sean las dos caras de una misma persona. Aún a pesar de que la historia se modifica y se reescribe a lo largo de toda la novela, son demasiadas las cosas que se dejan a manos de la percepción personal del propio lector.

Aún asi, yo me atrevería a decir que el verdadero protagonista no son estos inquientantes gemelos, sino la propia guerra. La historia nos sitúa en un pais indeterminado y durante una guerra indeterminada, aunque inevitablemente y quizás por la procedencia de la autora, uno no deja de pensar en los conflictos balcánicos.

Tengo en la memoria una historia de terror donde el protagonista después de sufrir mil avatares para salvar de la muerte a un bebé, descubre que éste, de tan sólo meses, tiene la dentadura completa y eso le produce un terror incomensurable, más que cualquier penuria de las que acaba de sufrir. Es antinatural... ¿qué hay más antinatura que la maldad en un niño? ¿el rechazo de tu madre? ¿una guerra fraticida?...

Esta novela narra esa crueldad desde la mirada de unos niños que reinventan la realidad para escapar de una vida inhumana, de un abandono prematuro, de una cordura extinta... al punto que el lector deja de percibir también esa realidad, entra en el imaginario de Claus y Lucas (son el mismo nombre o al menos las mismas letras reordenadas) y se deja embaucar por sus historias inspiradas en el horror de la guerra y de la más absoluta de las soledades.

La primera novela está escrita en un lenguaje "infantil" y a medida que crecen los niños, el lenguaje se complica, siempre en tono de diario personal y eludiendo cualquier referencia geográfica o temporal. Podríamos hablar de la guerra servo croata o de la Alemania nazi, da igual, porque lo justifiquemos como lo justifiquemos, una guerra es una guerra (aunque ahora todos son "conflictos").

Sobrecoge, la novela no te deja indiferente, o te mueres de horror con los protagonistas y el rosario de personajes martirizados por una situación de la que nunca participaron activamente o te revelas ante tanta miseria de alma. Sin ser una historia bella, consigue que ciertos momentos tengan una gran impacto visual, gráfico, porque aunque lo neguemos, aunque Lucas y Claus se empeñen en hacerse impermeables a la crueldad, los sentimientos no se omiten, se esconden a lo sumo, con el tiempo se enconan y terminan siendo algo más que esqueletos en el armario.

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