Según la filosofía de Kraus, la educación del individuo comienza en el hogar y siendo la mujer la que pasa más tiempo con sus hijos, veía con toda natualidad que fuera ella la que le iniciara en el conocimiento. Para ello la mujer debía ser instruída y por encima de todo superar su debilidades naturales tendentes a aquellas enfermedades del alma que les hacía presas fáciles para la clase eclesiástica. En la literatura esta figura aparece muy bien encarnada por Ana Ozores, en La Regenta de Clarín.
Me entristece que haya pasado más de un siglo y que la mujer siga siendo para muchos, a todas luces, menor de edad. Los comentarios en torno a las nueve ministras han ido de la socarronería al desprecio y vuelta; si bien no se duda de nuestro derecho al voto, sí de nuestra suficiencia para el gobierno ¿qué me están contando? ¿que un licenciado está por definición más capacitado que una licenciada?. Triste igualmente que una frase tan manida por siglo de tradición militar como "Capitan, manden firmes" haya suscitado más de un comentariuo rallano en lo rijoso.
Hay una frase en El color púrpura, en el que a la protagonista se le increpa:"Eres mujer, eres pobre, eres negra, no vales nada", nos parecerá una salvajada pero no está más lejos de las lindezas que le han dedicado a la nueva Ministra de Defensa, basándose en que es mujer, joven y embarazada. En fin, aún sueño con el día en el que la realidad deje de darnos con los ideales en la cara.
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